jueves, 28 de abril de 2011

PREVENCIÓN DE LA MALNUTRICIÓN EN NUESTROS MAYORES

                                                  

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            Nuestros mayores son un grupo de población que va en aumento día a día gracias a los  avances en medicina y tecnología de las últimas décadas. Cada generación vive más años, pero el reto más importante es envejecer con una buena calidad de vida, y para ello es muy importante una nutrición adecuada, ya que es el grupo más susceptible de padecer malnutrición por diversas causas:
            1- REDUCCIÓN DE LA MOVILIDAD: Les cuesta más realizar actividades cotidianas como salir a hacer la compra, cocinar, o hacer ejercicio… Esto produce que lleven una vida muy sedentaria, que ingieran alimentos procesados con baja densidad nutricional y muy hipercalóricos por lo que aumenta considerablemente el riesgo de obesidad y enfermedades cardiovasculares.
            2- DISMINUCIÓN DE LA CAPACIDAD SENSORIAL: pierden el sentido del gusto, olfato… Con lo cual no saborean las comidas, pierden el apetito, y disminuye la percepción de la sed. Lo que ocasiona déficits nutricionales severos al no ingerir apenas alimentos y deshidratación.
            3- PROBLEMAS DE MASTICACIÓN Y DEGLUCIÓN: Les impide ingerir cierto tipo de alimentos, las comidas se les hacen interminables, se ahogan, sienten dolor…  Y les provoca una pérdida de peso considerable.
            4- ENFERMEDADES Y MEDICACIÓN: son personas con otras enfermedades asociadas e ingieren muchos medicamentos que les pueden producir dolores gástricos, pérdida del apetito, vómitos, estreñimiento, o diarreas.
            5- ESTADO PSICOLÓGICO: muchos de ellos se sienten solos, apáticos, depresivos o con enfermedades mentales. Dejan de cuidarse, o se olvidan de que necesitan comer.
            Es muy importante prestar atención a cada uno de estos factores, a la hora de evaluar las necesidades nutricionales de cada uno, ya que nos podemos encontrar a alguien que sufra de todos ellos, o que solo sufra uno, o ninguno.

            A la hora de adecuar la alimentación de cada individuo siempre hay que partir de una base:
Necesidades nutricionales básicas para la población anciana:



-          Agua: Mínimo 8 vasos/día (incluye zumos, caldos, infusiones y gelatinas)
-          Verduras y hortalizas: 3 raciones/día (verduras, purés, ensaladas..)
-          Frutas: 2 raciones/día
-          Lácteos (desnatados): 3raciones/día, 4/día en mujeres (Leche, yogures, queso)
-          Cereales, féculas y derivados: 6 raciones/día (integrales)
-          Legumbres: 2-3 raciones semana (cocinadas con verduras, preferiblemente sin carne)
-          Proteínas (carne, pescado, marisco, huevo): 2 raciones/día (evitar fritos)
-          Aceite y grasas: 4 cucharadas/día (preferiblemente oliva virgen)
-          Azúcares y dulces: máximo 3 veces/día (Limitar a ocasiones especiales)

            A partir de esta base procederemos a evaluar individualmente:
            1- CALORÍAS: Elección de ingredientes (tener en cuenta las circunstancias económicas de cada uno), preparación culinaria y cantidad a ingerir según necesidades (obesidad, desnutrición, enfermedades).
            2- HIDRATACIÓN: Siempre tienen que tener un vaso de agua a su alcance y debemos controlar si la beben. Valorar si beben mejor los zumos e infusiones. Si les cuesta, por no poder tragar, optaremos por las gelatinas.
            3- TEXTURA DEL MENÚ: Capacidad de masticación y deglución. Habrá personas que deban  tomar los alimentos total o parcialmente triturados. En caso de falta de apetito cuidar mucho su presentación.
            4- MEDICAMENTOS: Valorar interacciones fármaco-nutriente, problemas gastrointestinales, y alteraciones en el gusto y apetito.
            5- HORARIOS Y DISTRIBUCIÓN DE LAS INGESTAS: Lo ideal es que realicen como mínimo 5 comidas diarias (en pacientes con problemas digestivos deben de fraccionarse más las tomas), y establecer unos horarios para poder instaurar una alimentación equilibrada dentro de su rutina diaria. Esto cobra mucha más importancia en personas con algún tipo de alteración psicológica, ya que de lo contrario pueden sufrir más desorientación).
            6- SUPLEMENTACIÓN/ SUPRESIÓN: Puede haber casos en los que por enfermedades, cirugías u otros motivos, con una alimentación equilibrada no es suficiente y se deben suplementar con preparados artificiales o complejos vitamínicos. Por el contrario hay muchas enfermedades (diabetes, dislipemias, alergias, intolerancias, etc...) en las que se deben suprimir ciertos alimentos y sustituirlos por otros.

            Muchas veces no somos conscientes de la gran importancia que tiene la alimentación en nuestra salud. Debemos cuidar nuestra alimentación en todas las etapas de la vida, ya que muchas enfermedades y problemas nutricionales, se podrían prevenir si se hubiese llevado una alimentación equilibrada desde la infancia.
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¿Quién es el autor de este artículo?

Mara Sobrón Sánchez
Diplomada en Nutrición Humana y Dietética.
Especialista en el control del peso.

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